Modric explica su distancimiento con Mandzukic

Ambos tenían una gran relación, pero estuvieron tres años distanciados

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Mario Mandzukic anunció el pasado viernes que se retira del fútbol profesional. Aprovechando esta noticia, en Croacia han rescatado una pelea entre Luka Modric y Mandzukic que pudo acabar en fractura en la selección.

Modric y Mandzukic se distanciaron por un rifirrafe que derivó en un malentendido que  fue relatada por el jugador del Real Madrid en My Game, su biografía. “Mario es un tipo especial. A veces parece gruñón. Quien no lo conoce bien, pensaría que en realidad está siempre frunciendo el ceño. Todo este tiempo he conocido a Mario como un gran chico, con un gran corazón. Le quise desde el primer día, aunque me llevó mucho tiempo comprenderlo. Pasamos mucho tiempo juntos en la selección nacional. En una visita a Islandia, cuando peleábamos para para ir al Mundial de Brasil, me encontré con Mandzukic frente al ascensor del hotel. ‘Vamos, Mario, hoy vamos duro’, le dije, ya que muchas veces los jugadores se animan entre sí en los entrenamientos o antes del partido. Mandzukic, sin embargo, me sorprendió con su reacción: ‘Mírate a ti mismo, déjame’. Me pareció que se trataba de un disgusto momentáneo”, revela Modric en un relato recuperado por el periódico croata Vecernji.hr.

Modric añade: “Siempre tuve una buena relación con Mario. Estuvimos en contacto constante hasta entonces. Luego se hizo el silencio, la relación se enfrió. Si hubiera tenido la sabiduría de ahora lo habría aclarado de inmediato o, en el peor de los casos, en la siguiente concentración de la selección nacional. Pero yo también fui desafiante. Cuando dos personas difíciles se cortocircuitan, la energía desaparece. Francamente, estaba equivocado, pero no quería dar el primer paso. Obviamente tampoco él”. Modric manifiesta que incluso cuando el delantero se trasladó a Madrid tras su fichaje por el Atlético su relación no se aproximó.

Todo se arregló antes del Mundial de Rusia: “Esperé el momento adecuado e inicié la conversación. Quería decirle cuánto lamentaba que ya no tuviéramos una relación cercana. Me interesaba saber la razón por la que nos habíamos estado comunicando exclusivamente de manera fría durante más de tres años. Hablamos abiertamente y vimos que el problema surgió de la nada. ‘No me enfurecí contigo. Pensé que estabas enfurruñado conmigo», me dijo. Yo dije lo mismo. La energía positiva fluyó entre Mario y yo de nuevo. Compartimos algunos rasgos: una especie de introversión, un poco más difícil de mostrar emociones, sabemos cómo ser tercos. Pero él es la persona con la que iría a cualquier pelea. Sea lo que sea, sé que lo dará todo, te protegerá las espaldas y nunca te traicionará”.

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